Caos (mitología)
En algunos relatos cosmogónicos griegos, el Caos es aquello que existe antes que el resto de los dioses y fuerzas elementales, es decir, el estado primigenio del cosmos. El término procede del griego antiguo Χάος, ‘espacio que se abre’,1 o ‘hendidura’, y procede del verbo χάω, que en formas derivadas significa ‘bostezar’, ‘abrirse una herida’ o ‘abrirse de una caverna’. En el siglo V a. C. se lo identificó con el aire, adquiriendo solo tardíamente el sentido de «confusión elemental», con Ovidio (Metamorfosis I, 7: «rudis indigestaque moles»).
La Teogonía de Hesíodo
Es una obra poética escrita por Hesíodo donde Teogonía quiere decir literalmente Origen de los dioses, es un poema fantástico que relata una serie de mitos sobre el origen de los dioses griegos, que son personificaciones de fenómenos. Inicia con una referencia a las Musas del Helicón y termina con un proemio al catálogo de heroínas. El escritor de este canto, Hesíodo, fue un poeta griego que vivió en el siglo VIII a.C. caracterizado por sus normas morales y su estilo coloquial. Otro asunto importante es que los inmortales (los dioses), tienen actitudes, pensamientos, acciones iguales a las de los mortales (los seres humanos).

En esta obra aparecen dos distintas versiones de los orígenes primarios de todo cuanto existe, incluidos los dioses. Una de ellas se centra en la teogonía propiamente dicha, y sus protagonistas básicos son los dioses, su genealogía y sus relaciones, de forma altamente antropomórfica.
En la segunda versión de la teogonía ya se muestra características distintas, puesto que ahora la lucha por el orden ya no es de los dioses, sino de principios naturales, aunque todavía con resonancias míticas.
Esta segunda parte actuó como modelo para la reflexión de los primeros presocráticos, según Marco Terencio Varrón (S. I a.c) la teogonía sería la primitiva y mítica forma de la teología.
Las teogonías posteriores

La tradición órfica en sus fragmentos presenta un Huevo primordial, equiparado con el Caos de Hesíodo. Este Huevo no es lo primero que surge, sino que proviene de Chronos (Orphicorum fragmenta, 54-57).
Otra variante importante presenta Cayo Julio Higino en sus Fábulas. En el prólogo de dicha obra presenta una cosmogonía, donde pone a Caos como descendiente de la Oscuridad. Caos y la Oscuridad conciben luego a la Noche, el Día, el Érebo y el Éter.
En su obra Las metamorfosis, Ovidio describió al Caos como rudis indigestaque moles, «una masa bastante cruda e indigesta, un bulto sin vida, informe y sin bordes, de semillas discordantes y justamente llamada Caos», descripción que se aparta del más antiguo significado del elemento mítico (‘resquicio’ o ‘hueco’), pero que ha determinado la orientación de las interpretaciones en uso desde entonces, hasta llegar al actual concepción familiar de ‘completo desorden’
Titán (mitología)
En la mitología griega, los titanes —masculino— y titánides —femenino— (en griego antiguo Τιτάν, plural Τιτᾶνες) eran una raza de poderosos dioses que gobernaron durante la legendaria Edad de oro.
Los titanes fueron doce desde su primera aparición literaria, en la Teogonía de Hesíodo; aunque en su Biblioteca mitológica, Apolodoro añade una decimotercera: Dione, desdoblamiento de la titánide Tea.
Los titanes estaban relacionados con diversos conceptos primordiales, algunos de los cuales simplemente se extrapolaban de sus nombres: el océano y la fructífera tierra, el Sol y la Luna, la memoria y la ley natural. Los doce titanes de la primera generación fueron liderados por el más joven, Cronos, quien derrocó a su padre Urano (‘Cielo’) a instancia de su madre, Gea (‘Tierra’).
Posteriormente, los titanes engendraron una segunda generación, destacando los hijos de Hiperión (Helios, Eos y Selene), las hijas de Ceo (Leto y Asteria) y los hijos de Jápeto (Prometeo, Epimeteo, Atlas y Menecio).
Los titanes precedieron a los doce dioses olímpicos, quienes, guiados por Zeus, terminaron derrocándolos en la Titanomaquia (‘guerra de los titanes’). La mayoría de ellos fueron entonces encarcelados en el Tártaro, la región más profunda del inframundo.
Primera generación
- Titanes:
- Océano, el río que circundaba el mundo.
- Ceo, titán de la inteligencia.
- Crío, dios de los rebaños y las manadas, esposo de Euribia (hija de Ponto) y padre de Palas.
- Hiperión, el fuego astral.
- Jápeto, esposo de la oceánide Clímene y padre de Prometeo, ancestro de la raza humana.
- Crono, el más joven, que destronó a Urano y fue rey de los titanes.
- Titánides:
- Febe, la de la corona de oro.
- Mnemósine, personificación de la memoria y madre de las Musas con Zeus.
- Rea, reina de los titanes con Cronos.
- Temis, encarnación del orden divino, las leyes y las costumbres, y madre de las Horas y las Moiras con Zeus.
- Tetis, titánide del mar.
- Tea, titánide de la vista.
Algunos autores consideran también parte de esta generación a Dione, si bien otros la consideran una oceánide.
El matrimonio entre hermanos era corriente en la mitología griega, y varios titanes y titánides se unieron, engendrando una segunda generación de titanes:
- Océano y Tetis engendraron las ninfas Oceánides, los ríos (Oceánidas) y manantiales.
- Hiperión y Tea a Helios (el sol), Selene (la luna) y Eos (la aurora).
- Ceo y Febe a dos hijas, Leto y Asteria.
- Hestia, diosa del hogar.
- Hera, diosa de la fidelidad y el matrimonio, reina del Olimpo.
- Hades, dios del inframundo.
- Deméter, diosa de la agricultura.
- Poseidón, dios de los océanos.
- Zeus, dios de los cielos y el rayo, rey de los dioses del Olimpo.
- Por extensión, se conoce también con el nombre de titanes a algunos de los descendientes de los de primera generación:
- Leto, madre de Apolo y Artemisa.
- Asteria, hija de Ceo y Febe.
- Astrea, diosa de la justicia, predecesora de Dice.
- Astreo, padre de los vientos y las estrellas errantes.
- Atlas, castigado a sostener sobre sus hombros los pilares que mantenían la tierra separada de los cielos.
- Eos, la aurora.
- Eósforo, la estrella de la mañana y de la tarde (Venus).
- Epimeteo, hermano de Prometeo, progenitores de la humanidad.
- Helios, el sol.
- Menecio, hijo de Jápeto y Asia.
- Palas, dios de la sabiduría.
- Perses, hijo de Crío y Euribia.
- Prometeo, el amigo de los mortales y creador de la humanidad (junto con Epimeteo) robó el fuego de los dioses para dárselo a los hombres.
- Selene, diosa de la luna.
- Titán, hermano de Helios y dios (quizá) del calendario anual.
Otros miembros de la segunda generación no suelen ser llamados titanes:- Caanto, hermano de Melia.
- Dione y Metis, que se suelen considerar oceánides.
- Los Oceánidas o dioses-río.
- Las Oceánides, ninfas marinas.
- Pico, rey del Lacio.
- Quirón, el centauro.
- Los hijos de Crono: Hestia, Hera, Hades, Deméter, Poseidón y Zeus.
Generación incierta[editar]
Hay algunos titanes de los que no se sabe a qué generación pertenecen:
Titanomaquia
En la mitología griega, la Titanomaquia (en griego antiguo Τιτανομαχία Titanomakhía, ‘Guerra de los Titanes’) fue la serie de batallas libradas durante diez años entre las dos razas de deidades muy anteriores a la existencia de la humanidad: los Titanes, luchando desde el monte Otris, y los Olímpicos, que llegarían a reinar en el monte Olimpo.1 Se la conoce también como la Batalla de los Titanes o la Guerra Titánica. Es confundida por algunos autores (como Ovidio) con la Gigantomaquia a pesar de las múltiples diferencias entre ambas.
Los griegos de la edad clásica conocían varios poemas sobre la Titanomaquia. El principal de ellos, y el único que se ha conservado, era la Teogonía atribuida a Hesíodo. Un poema épico perdido titulado Titanomaquia y atribuido al aedo ciego tracio Tamiris, a su vez un personaje legendario, era mencionado de pasada en el ensayo Sobre la música una vez atribuido a Plutarco. Los Titanes también jugaban un papel prominente en los poemas atribuidos a Orfeo. Aunque sólo se conservan fragmentos de los relatos órficos, revelan interesantes diferencias con la tradición hesíodica.
Estos mitos griegos de la Titanomaquia caen dentro de una clase de mitos similares presentes en Europa y Oriente Próximo, donde una generación o grupo de dioses se enfrenta a los dominantes. A veces éstos son suplantados. Otras los rebeldes pierden y son totalmente apartados del poder o bien incorporados al panteón. Otros ejemplos serían las guerras de los Aesir con los Vanir y los Jotunos en la mitología escandinava, el épico Enuma Elish babilónico, la narración hitita del «Reino del Cielo» y el oscuro conflicto generacional de los fragmentos ugaritas.
Cibergrafía
- https://es.wikipedia.org/wiki/Titán_(mitología)
- https://es.wikipedia.org/wiki/Caos_(mitología)
- carlossuarezestudio.wixsite.com/mitologia-griega/chaos-caos
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